La tensión diplomática entre Colombia y Nicaragua subió de tono este fin de semana. El presidente Gustavo Petro respondió con dureza tras la negativa del gobierno de Daniel Ortega de extraditar a Carlos Ramón González, exfuncionario prófugo por el escándalo de corrupción en la UNGRD. Ortega decidió otorgarle asilo político, lo que desató un nuevo choque entre ambos países.

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El presidente Gustavo Petro reaccionó con fuerza a la decisión del gobierno de Nicaragua de otorgar asilo político a Carlos Ramón González, exfuncionario colombiano prófugo de la justicia por el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
El mandatario aseguró que la negativa de Daniel Ortega a extraditarlo tiene dos razones de fondo: “Ortega no quiere a Petro, porque denuncia que me volteé contra los sandinistas que lucharon contra Somoza. Y porque Carlos Ramón González fue parte de la comisión combatiente del M-19 que peleó en Nicaragua junto al Ejército Popular Sandinista”, escribió el presidente en su cuenta de X.
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La decisión de Managua
El Ministerio de Gobernación de Nicaragua confirmó mediante resolución oficial que González recibió asilo político, argumentando que se amparan en la Constitución nicaragüense y en convenios internacionales de derechos humanos.
Rechazo desde Colombia
El Ministerio de Justicia y la Cancillería respondieron de inmediato, señalando que Colombia reconoce la figura del asilo político, pero que no puede aplicarse en este caso, ya que González es procesado por delitos comunes como cohecho, peculado y lavado de activos.
“El derecho al asilo no puede proteger a quienes están siendo judicializados por corrupción”, advirtió el comunicado conjunto, recordando además que la decisión de Managua contradice el Tratado de Extradición entre Colombia y Nicaragua de 1929.
Extradición enredada
El caso ahora entra en terreno incierto. La Cancillería colombiana envió una nota urgente solicitando reconsiderar la decisión y entregarlo a la justicia nacional, que asegura brindará todas las garantías procesales.
Mientras tanto, Colombia ya pidió a Interpol activar la captura internacional de González, considerado uno de los cerebros del millonario saqueo a la UNGRD.
Este nuevo episodio tensa aún más las relaciones diplomáticas entre Bogotá y Managua, abriendo un frente político y judicial con profundas repercusiones en ambos países.















