Entre lágrimas, recuerdos y promesas cumplidas, más de 874 víctimas del conflicto armado en el Eje Cafetero recibieron en julio sus cartas de indemnización. Una inversión de $8.650 millones que, más que dinero, representa dignidad, memoria y reparación.

Entre el 9 y el 18 de julio, la Dirección Territorial de la Unidad para las Víctimas entregó las indemnizaciones administrativas a ciudadanos de Manizales, Pereira, Armenia, Belalcázar, Riosucio, La Dorada, Salamina, La Tebaida, y otros municipios de Caldas, Risaralda y Quindío.
Francisco*, un hombre de 68 años desplazado desde 1986 tras la desaparición de su hermano, fue uno de los beneficiados.
“Siempre pensé que este momento no iba a llegar… Hoy podré comprar la casa que soñamos de niños”, dijo conmovido.
Reparación con enfoque humano y territorial
La directora territorial del Eje Cafetero, Alexandra Ramírez Leal, destacó que esta reparación “no solo comprende lo económico, sino que es una apuesta por la dignificación de quienes han sido atravesados por la guerra”.
Estas jornadas priorizaron a adultos mayores, personas con enfermedades o discapacidad, entregándoles las cartas en sus propios municipios para asegurar equidad, salud y bienestar.
Además, en Manizales, el director nacional de la Unidad, Adith Romero Polanco, entregó 238 cartas por $2.297 millones y reiteró el compromiso de priorizar a los mayores de 68 años:
“No podemos permitir que sigan esperando por décadas justicia”, expresó.
Acompañamiento institucional y memoria viva
Las jornadas contaron con el respaldo de la Defensoría del Pueblo, SENA, alcaldías y otras entidades del SNARIV, que ofrecieron orientación financiera y estrategias de inversión de los recursos. También se brindaron oportunidades para vincularse a programas estatales.
En el marco de la estrategia “Tejer la palabra”, las víctimas dejaron mensajes en el Libro de la Dignidad, reflexionando sobre su experiencia y enviando un mensaje claro de resistencia y esperanza a toda la sociedad colombiana.
Este avance reafirma el compromiso del Gobierno Nacional con la reparación efectiva, la memoria y la justicia restaurativa, consolidando una política pública que busca cerrar heridas abiertas por décadas.